Decisiones de política monetaria y eventos electorales captaron la atención de los mercados

La coyuntura electoral y las divergencias que resultaron de las posturas del Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal fueron temas centrales en el transcurso del último mes.

La decisión del presidente de Francia de llamar a elecciones anticipadas desató la volatilidad en los mercados europeos. En India, el partido oficialista ganó los comicios, pero no logró la mayoría esperada y generó preocupaciones sobre gobernabilidad, las que luego fueron disipadas tras la rápida conformación de una coalición. En contraste con esto, en México el partido de gobierno ganó las elecciones por un mayor margen al anticipado, asegurando una mayoría que generó una reacción desfavorable en los mercados.

Por otro lado, mientras el Banco Central Europeo decidió iniciar su ciclo de normalización de política monetaria, su par en Estados Unidos mantuvo la tasa sin cambios y ajustó a la baja la cantidad de recortes esperados para el año, pasando a anticipar únicamente uno.

En el escenario económico internacional, aunque la actividad real ha decepcionado levemente, la expansión continúa. En Estados Unidos, los datos de inflación y empleo muestran persistencia, pero si los indicadores económicos de naturaleza más adelantada se mantienen en esta tendencia de desaceleración gradual, veremos en los próximos meses una normalización importante de los primeros, que son el foco de la Reserva Federal.

Las probabilidades de recesión son bajas y el sentimiento de mercado se mantiene positivo gracias a la fortaleza de las ganancias corporativas, especialmente por parte de las compañías más grandes en Estados Unidos. Una vez que la FED (Reserva Federal) comience su ciclo de recorte, la preocupación de tener tasas excesivamente altas erosionando la actividad real debería disiparse, ayudando a validar las expectativas de crecimiento de utilidades elevadas y valorizaciones estiradas.

Frente a este panorama de fortaleza económica global, mantenemos una sobreponderación en renta variable frente a la renta fija, especialmente en mercados desarrollados sobre los emergentes, aunque iniciamos una apuesta en Asia emergente.

Por su parte, en renta fija mantenemos la neutralidad en duración y preferencia por el crédito a través de la deuda de alto rendimiento.

Esto último resulta de considerar que el proceso desinflacionario en Estados Unidos debería continuar su curso en los próximos meses, entendiendo también que, a pesar de que la economía se mantendría sólida, comenzaría a mostrar señales de un relativo enfriamiento. Esto nos lleva a alinearnos a las expectativas de mercado en materia de tasas, por lo que conservamos nuestro posicionamiento neutral en duración.

Además, continuamos observando un entorno favorable para los activos de riesgo, lo cual nos lleva a preferir el crédito, categoría dentro de la cual optamos por los instrumentos de alto rendimiento, buscando aprovechar su mayor retribución respecto a los restantes activos de deuda.

En la esfera local, los indicadores de actividad de junio continuaron señalando un desempeño favorable en la economía. Pese a esto, las expectativas para la variación del producto en 2024 descendieron hasta 3,35%, aún por encima del crecimiento potencial.

En este contexto se sigue esperando una aceleración controlada de la inflación, que se proyecta en 5,50% para cierre de año, apoyada, entre otras cosas, en una cotización del dólar que podría seguir mostrando indicios de volatilidad en el corto plazo

A pesar del escenario algo más inflacionario, consideramos que durante los próximos meses el Banco Central continuará con la política monetaria en su nivel actual.

Tomando en consideración la trayectoria esperada para las referencias internacionales, anticipamos que las tasas locales podrían tender a moverse en rango, ofreciendo niveles atractivos. Lo anterior nos lleva a mantener una visión favorable de la renta fija local.